El “pequeño olivo de Sanmao” y el niño “Tres pelos-Sanmao”
Ya hemos recorrido alguno de los lugares transitados con asiduidad por Sanmao cuando se acercaba al centro de Telde desde su casa de Playa del Hombre -habitual era verla recorriendo la calle León y Castillo camino a la oficina de correos y telégrafos-.
Ahora nos dirigimos al Parque Urbano de San Juan, inaugurado en 1999, cuando la escritora no vivía en la isla. Dentro del parque de San Juan encontrará un pequeño olivo plantado en su recuerdo.
En este hermoso parque, que en su día fue el mayor parque urbano de Canarias, la isla de Gran Canaria y la ciudad de Telde eligieron rendir un homenaje especial a Sanmao. Entre dos espacios muy transitados encontraremos el pequeño olivo.
Comenzando la primavera de 2016 se planta “El pequeño Olivo de Sanmao” recordando su famoso poema “El olivo de mis sueños”, dedicado a su esposo José María Quero, de procedencia andaluza, tierra de olivos.
El olivo que se planta en San Juan es de la especie “Acebuche canario”. Es endémico del Archipiélago Canario, la planta puede encontrarse por todas las islas, con mayor presencia en Gran Canaria, donde es conocido también como “olivo salvaje”, pudiendo llegar a medir hasta doce metros.
Mientras continuamos nuestro paseo nos asalta la comparación del crecimiento del pequeño olivo con las imágenes majestuosas que dejan en China la floración de los cerezos, o la de los almendros en flor que anuncian la llegada de la primavera en las cumbres de Gran Canaria.
Tiene todo el sentido que la ciudad de Telde eligiera este árbol como símbolo de la unidad y estrechamiento de lazos culturales entre los pueblos chinos y canario.
Junto al “pequeño olivo” nos encontramos con una escultura de la joven canaria María Aguilar, una recreación del niño “Sanmao -Tres Pelos”, que nos sonríe sentado en un banco, de forma apacible. Nos llama a sentarnos a su lado y hacerle un poquito de compañía. Compañía que él agradece con una tierna sonrisa.
Echo Chen tomó el apelativo de Sanmao, que significa tres pelos, un pseudónimo tomado de un personaje de un cómic oriental: un niño sin casa, de tan sólo tres pelos que vagaba por el mundo bajo una afligida vida.
Fue un préstamo que tomó desde sus primeras colaboraciones literarias. Y lo cierto es que este héroe de ficción establece un claro guiño con su propia existencia. Un perfil aventurero y, tristemente, trufado de infortunios.
